La historia del Colegio La Providencia de Concepción se remonta a 1867, con la llegada de tres religiosas de la Congregación Hermanas de la Providencia a la ciudad: Sor Dionisia Benjamina Wardswoth, Sor Gedeona Riveros y Sor Dolores de San José Méndez.
Su arribo fue solicitado siete años antes por Monseñor Hipólito Salas, Obispo de Concepción, quien frente a las múltiples necesidades de la diócesis anhelaba la llegada de
una comunidad religiosa comprometida con dar ayuda a quienes más lo necesitaban.
La obra de las Hermanas se inicia el 3 de noviembre de 1867 con la apertura de una Casa para atender a niñas huérfanas. Aunque en condiciones precarias y confiando en la Providencia de Dios Padre, a la semana la Casa llega a acoger a 7 niñas, y a los meses, un total de 40. El 2 de diciembre del mismo año se inaugura una Escuela externa para satisfacer las necesidades de la población, siendo esta iniciativa el comienzo de nuestro actual establecimiento.
El 3 de septiembre de 1868, gracias a la donación de un terreno por parte del Obispo, se inicia la construcción de una iglesia y una casa bajo la protección de la Santísima Virgen de Dolores, la que dos años más tarde es habilitada en su totalidad. Poco a poco la Iglesia se transforma en un espacio común para los habitantes de la ciudad, siendo reconocida como la “Iglesia del Pueblo” pues todos llegaban al lugar como si fuere a su propia casa. Gracias a ello, en 1872, el Obispo junto a las Hermanas de la Providencia crean la llamada “Olla de los pobres”, destinada a ofrecer ayuda a los más necesitados. Las Hermanas se hacen responsables de la botica, el depósito de provisiones y de ropas, demostrando gran organización y capacidad de entrega a los más necesitados –especialmente durante la epidemia de viruela de 1884-, elementos que valdrían para que, en 1897, la Junta de Beneficencia de Concepción les encargara la dispensaría de toda la ciudad.
La obra continúa creciendo, siempre con un espíritu de servicio frente a los requerimientos de la población: dando de comer a los pobres, acogiendo a los desvalidos, cuidando a los enfermos y supliendo todo tipo de necesidades, además de brindar educación.
El terremoto de 1960 provoca la destrucción total de la Iglesia e internado y deben cerrarse, lo que genera que la propia comunidad se vuelque a sí misma para reconstruir la obra.
Ante la necesidad de apoyar la formación de las niñas que estaban al cuidado de las Hermanas, en 1962, se abre una Escuela Técnica con especialidad textil que prestará
servicios por doce años.
Con el paso de los años, la Escuela externa continúa creciendo y durante los años 90’, con la incorporación a la Jornada Escolar Completa, sufre importantes transformaciones para acoger a cerca del millar de alumnas. Este proceso finaliza en 2002, con la construcción de una nueva infraestructura en el sector de calle Lautaro y Barros Arana.
En 2006, se abre por primera vez la Enseñanza Media tomando el nombre de Colegio La Providencia, cuyo principal objetivo será la formación de adolescentes líderes y al servicio de la sociedad, siendo testimonio de fe y caridad con plena confianza en Dios Providente y María Madre de Dolores.
En 2012, respondiendo al anhelo de las familias, el Colegio inicia el proceso de apertura paulatina hacia la modalidad mixta, incorporando varones en los niveles iniciales de formación: Pre-Kínder, Kínder y 1º Básico. La primera generación mixta egresará en 2024.
En 2015, el Colegio se transforma en una Fundación Educacional sin fines de lucro que opta por ofrecer una educación de calidad, tradición y excelencia, en consonancia con la normativa vigente y el espíritu de servicio que inspira la obra, siempre al servicio de los más necesitados.
Actualmente, el Colegio la Providencia de Concepción es uno de los establecimientos con mayor antigüedad y tradición de la ciudad. A pesar del tiempo, mantiene como fuente de inspiración el ser un testimonio de amor a Dios Padre Providente, con humildad, sencillez y caridad.